No existe ningún alimento que por sí mismo pueda aportarnos todo los nutrientes que necesitamos diariamente. Sin embargo, existen algunos que podríamos considerar superalimentos, por su importancia y gran aporte a nuestra salud al introducirlos en nuestra dieta.
Las investigaciones científicas han demostrado con los años que los hábitos de alimentación saludable pueden prevenir y mejorar enfermedades crónicas, entre ellas las enfermedades cardíacas, la hipertensión la diabetes y algunos tipos de cáncer.
Te dejamos 10 alimentos imprescindibles para una dieta saludable:
Bayas. Están llenas de antioxidantes, buenas para prevenir el envejecimiento de las células y contienen mucha fibra.
Pescado. Es una buena fuente de proteínas y ácidos grasos omega 3, necesarios para la salud del corazón. Para personas con cáncer se recomienda especialmente el pescado azul y de tamaño pequeño, como las sardinas y la caballa.
Verduras de hoja verde. Estos vegetales son una gran fuente de vitamina A, C, calcio y fibra. Además, contienen fitoquímicos, unos antioxidantes que nos ayudan prevenir enfermedades.
Son muy versátiles y podemos incluirlos ya sea en forma de ensalada, de sopa, de guiso, al vapor, etc.
Nueces. Estos frutos secos son ricos en grasas monoinsaturadas, que ayudan a reducir el riesgo de enfermedades cardíacas. Del mismo modo, sería interesante añadir a la dieta, avellanas, almendras o nueces pacanas, que constituyen una buena fuente de proteína vegetal.
Se recomienda comer solo puñado de frutos secos diario, ya sea en forma de snack, agregado a un yogur, en una ensalada o en un plato de verduras.
Aceite de oliva. El aceite de oliva es una fuente de vitamina E, polifenoles y ácidos grasos monoinsaturados, que ayudan a reducir el riesgo de enfermedades cardíacas.
Usaremos aceite de oliva virgen extra, ya que es el único que no está refinado y conserva todos sus nutrientes intactos.
Granos integrales. Se refiere al arroz integral, la avena, el centeno, la quinoa, etc. Al ser integrales, constituyen una fuente de fibra soluble e insoluble que benefician el tránsito intestinal. También contienen vitaminas B, minerales y fitonutrientes, que ayudan a reducir el colesterol y proteger de enfermedades cardíacas y la diabetes.
Yogur. Es rico en calcio, proteínas y lo más importante: los probióticos. Estos son bacterias necesarias para el correcto funcionamiento de la flora intestinal.
El yogur, mejor que sea de cabra u oveja y de cultivo ecológico. Asimismo, se recomienda su consumo no más de dos veces por semana.
Crucíferas. Son muy ricas en vitaminas, fibra y fitoquímicos, especialmente, índoles, tiocianatos y nitrilos; unos compuestos que ayudan a prevenir algunos tipos de cáncer. En este grupo se incluye: el brócoli, las coles de Bruselas, la coliflor, la col rizada, el colinabo, la lechuga, la col, las hojas de mostaza, los rábanos y los nabos, entre otras.
Para conservar todos sus nutrientes se recomienda cocinarlos al vapor.
Legumbres. Son muy ricas en fibra, vitaminas del grupo B como ácido fólico, fósforo y proteínas. En este grupo se incluyen los garbanzos, las lentejas, las judías, los frijoles, la soja, los guisantes, las habas y las azukis.
Son muy buenas para regular la absorción del colesterol y el azúcar, para mejorar el tránsito intestinal y para prevenir algunos tipos de cáncer como el de mama, colon y pulmón.
Para comer una proteína completa, podemos combinar alguna de las legumbres con algún cereal integral.
Nota: No se recomienda la soja a los pacientes con cáncer hormonodependiente como el de mama.
Tomates. Son ricos en vitamina C y A, potasio y licopeno, una sustancia que ha demostrado reducir el riesgo de cáncer de próstata. Su consumo disminuye el riesgo de enfermedades cardiovasculares y previenen la retención de líquidos.
Al añadir aceite virgen extra al tomate y cocinarlo, aumentamos su biodisponibilidad, es decir, la capacidad del organismo para absorber sus propiedades antioxidantes.
La salsa o el concentrado de tomate pueden ser buenas opciones para su consumo.
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