La meditación es una técnica que nos ayuda a relajarnos y a encontrar la paz interior. Una actividad que nos conecta con el presente y hace que tengamos más control sobre nuestra mente. Sin embargo, lo más complicado de meditar es empezar.
Llevamos vidas ajetreadas en las que apenas paramos para respirar y coger aire. Meditar, de una u otra forma, nos obliga a parar, a sentarnos y concentrarnos en nada más que en nuestra respiración.
Esto que parece tan simple, cuesta, pero con voluntad y práctica, la meditación es una de las técnicas más apreciadas y hoy en día, verás muchos famosos recomendado meditar.
Hoy te vamos a hablar de 5 meditaciones distintas recomendadas por Thich Nhat Hanh, un monje que introdujo el Mindfulness—una de las muchas técnicas de meditación— alrededor del mundo.
1 Respiración consciente
La respiración consciente es la técnica de meditación más simple, básica y útil. La podemos practicar en cualquier momento y en cualquier lugar, aunque sean 15 segundos. Solo hay que enfocarse en la respiración.
Thich Nhat Hanh explica cómo hay que hacerlo:
- No hagas esfuerzo por respirar, solo deja que fluya.
- Sé consciente de que estás respirando. No luches con tu respiración, disfruta de ella, porque el hecho de que estés respirando significa que estás vivo.
- “Esta es la primera recomendación sobre respiración que hizo el Buda: cuando respiro, sé que esta es la inhalación. Al exhalar, sé que esta es la exhalación. Cuando la inhalación es larga, sé que es larga. Cuando es corto, sé que es corto. Solo reconocimiento, simple reconocimiento, simple reconocimiento de la presencia de la inhalación y la exhalación. Cuando haces eso, de repente te vuelves completamente presente. Qué milagro, porque meditar significa estar allí. Estar allí contigo mismo, estar allí con tu respiración.
2 Concentración: meditación del momento presente
Según Thich Nhat Hanh, la concentración es una gran fuente de felicidad. Se trata de enfocarnos en algo, ya sea en la respiración, en una flor o en una parte del cuerpo. Realmente, puedes concentrarte en cualquier cosa. Así estarás practicando la atención plena. Los monjes budistas, por ejemplo, tienden a concentrarse en la llama de una vela.
Cuando estés meditando, si te distraes con tus pensamientos, trata de volver a enfocarte en el objeto que hayas escogido. Puedes hacer esto durante un minuto y luego ir aumentando el tiempo de práctica.
Os compartimos este texto en el que Thich Nhat Hanh explica por qué esto es tan poderoso:
“Cualquier cosa puede ser el objeto de tu meditación, y con la poderosa energía de concentración, puedes hacer un gran avance y desarrollar una visión. Es como una lupa que concentra la luz del sol. Si pones el punto de luz concentrada en un pedazo de papel, se quemará. Del mismo modo, cuando su atención plena y concentración son poderosas, su perspicacia lo liberará del miedo, la ira y la desesperación, y le brindará verdadera alegría, verdadera paz y verdadera felicidad”.
3 Conciencia de tu cuerpo
Thich Nhat Hanh recomienda esta técnica para ponernos en contacto con nuestro cuerpo. Se trata de que hagamos un escáner corporal, es decir, que nos pongamos cómodos, vayamos respirando tranquilamente y que vayamos poniendo toda nuestra atención cada parte de nuestro cuerpo. Podemos empezar por los pies e ir subiendo hacia arriba, hasta llegar hasta a tu cabeza. Mientras vas atravesando tu cuerpo, ves liberando cualquier tensión.
Normalmente nuestro cuerpo está ahí, pero nuestra mente está en otra parte. Thich Nhat Hanh recomienda además, usar este mantra mientras lo hacemos: “Respirando, soy consciente de mi cuerpo. Cuando practique la respiración consciente, mejorará la calidad de su inhalación y exhalación. Hay más paz y armonía en tu respiración, y si continúas practicando así, la paz y la armonía penetrarán en el cuerpo, y el cuerpo se beneficiará”.
4 Liberar tensión
Puedes hacer este tipo de meditación para liberar tensión. ¿En qué consiste? Es similar a la anterior y la puedes hacer en cualquier momento y lugar. Cuando empieces a tomar conciencia de tu cuerpo, notarás tensión en diferentes partes del mismo. Entonces, se tratará de aprender a liberar esa tensión en cada parte.
Thich Nhat Hanh explica cómo:
“Así que la próxima vez que te detengas en un semáforo en rojo, quizás quieras sentarte y practicar este ejercicio:” Respirando, soy consciente de mi cuerpo. Al exhalar, libero la tensión en mi cuerpo”. La paz es posible en ese momento, y se puede practicar muchas veces al día: en el lugar de trabajo, mientras conduce, mientras cocina, lava los platos y riega el huerto. Siempre es posible practicar liberar la tensión que hay en ti mismo”.
5 Caminata consciente
¿Recuerdas cómo funcionaba la respiración consciente? Consistía en no forzar la respiración, y al mismo tiempo, ser consciente de ella. Ahora, se trata de hacer esto mismo pero mientras caminas o das un paseo.
Como afirma Thich Nhat Hanh:
“No tienes que hacer ningún esfuerzo durante la meditación caminando, porque es agradable. Estás ahí, cuerpo y mente juntos. Estás completamente vivo, completamente presente en el aquí y el ahora. Con cada paso, tocas las maravillas de la vida que hay en ti y a tu alrededor. Cuando caminas así, cada paso trae curación. Cada paso trae paz y alegría, porque cada paso es un milagro. El verdadero milagro es no volar ni caminar sobre fuego. El verdadero milagro es caminar sobre la Tierra, y puedes realizar ese milagro en cualquier momento”.
¿Qué os parecen las meditaciones? ¿Cuál es la que soléis hacer o la que os gustaría aprender a practicar?
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