El estrés representa entre el 60% y el 80% de las visitas a los médicos de atención primaria. Muchas de las dolencias que nos afectan a diario están relacionadas con él y con el voraginoso ritmo de vida que muchos de nosotros llevamos.
El estrés crónico se ha relacionado con el envejecimiento biológico acelerado y el aumento de la inflamación crónica y el estrés oxidativo, dos procesos que causan daño celular y genético. Los científicos se refieren a la inflamación crónica de bajo grado en el cuerpo como “inflamación”. La inflamación se ha asociado con afecciones como la diabetes, las enfermedades cardíacas, el estrés, la depresión y un sistema inmunitario debilitado. Varios estudios recientes sugieren que el yoga podría retrasar los efectos físicos dañinos del estrés y el inflamación.
Esto no lo decimos desde la escuela por qué hoy hemos levantado con ganas de hacer un saludo al sol. Esto lo afirman estudios científicos llevados a cabo en varios países y recogidos por la revista de salud de Harvard.
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