Hola,
soy Miriam Algueró, y esta es mi historia.
Mi padre murió a raíz de un cáncer linfático.
Tres años después, a mi madre le diagnosticaron un tumor cerebral terminal. Le quedaban 2 meses y medio de vida.
Ahí entré en el mundo de la salud.
A raíz de su enfermedad cambiamos su estilo de vida 180 grados. Yo cambié el mío también.
Vivía obsesionada con lo saludable.
Cuando las invitaban a una fiesta de cumpleaños era un sin vivir. Sufría al ver como se comían un bocadillo de pan de molde con Nutella, cuando les veía tomar un vaso de leche chocolateada o cuando se metían ganchitos en la boca sin parar.
Era horroroso.
Seguía en redes sociales a health coaches que comían super-mega-hiper-saludable y reforzaban mis creencias a la vez que me hacían sentir culpable cuando me permitía una licencia.
Y de repente un día lo vi claro: podía disfrutar de la vida llevando una vida saludable.
Me formé como health coach para acompañar a todas aquellas personas que quieren blidar su cuerpo contra el cáncer tanto si son pacientes o ex-pacientes de cáncer como si quieren evitar esta enfermedad.