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Miriam Alguero Josa

Asesora en Oncología Integrativa

Sandía: una fruta llena de vitaminas ideal en un proceso de cáncer

La sandía es una de las frutas de temporada: refrescante, rica en vitaminas y llena de propiedades beneficiosas para la salud, que nos pueden ayudar en un proceso de cáncer. Es sin duda, un gran alimento para una dieta saludable. Veamos el porqué.

¿Qué nutrientes destacan de la sandía?

En primer lugar, es una fruta con un alto contenido en agua, por lo que es excelente para calmar la sed, saciarse y refrescarse en los meses de verano. Si tienes problemas para masticar puedes hacer un batido de sandía que ademas de hidratarte está riquísimo. Se prepara poniendo sandía en el vaso de batir, trituras y listo para tomar. Deja reposar un par de minutos para que las petitas precipiten hasta la parte inferior del vaso.

Además, la sandía es rica en vitamina C y provitamina A, gracias a su contenido en betacarotenos. Estas vitaminas actúan como antioxidantes y ayudan a neutralizar los radicales libres, que son dañinos para el sistema celular del organismo y contribuyen a menudo en la aparición de casos de cáncer.

Y no podemos olvidarnos del licopeno, presente en la sandía, que es un pigmento antioxidante que le aporta el color rojo brillante característico y se relaciona con la prevención de diferentes tipos de cáncer y una mejor salud cardiovascular.

Por otro lado, también contiene vitaminas del grupo B y E, minerales como calcio, hierro, magnesio y potasio, muy poca grasa y algo de fibra.

¿Por qué la sandía es un buen alimento durante el cáncer?

Según la American Society of Clinical Oncology, los estudios muestran que el licopeno puede ofrecer protección contra el cáncer de pulmón, estómago, próstata, colon, cavidad oral (boca y garganta) y esófago[1]. Recordemos que el licopeno también está presente en el tomate, la papaya y el mango, entre otros.

Por otro lado, las vitaminas mencionadas anteriormente, como la vitamina C, son buenas para el sistema inmunitario y ayudan a cicatrizar heridas. Y en cuanto a la hidratación, la sandía es una gran aliada si te cuesta beber agua durante el cáncer. Además, su textura hace que sea fácil de tragar, para personas que tienen problemas de deglución como efecto secundario de la quimioterapia.

¿Qué otros beneficios aporta la sandía?

  1. Reduce la presión arterial y mejora la salud cardiovascular.
  2. Es depurativa y diurética y por lo tanto, ayuda a eliminar tóxicos y a proteger los riñones, además de prevenir la retención de líquidos.
  3. Es ideal si estás intentando bajar de peso o mantenerlo, ya que es saciante y tiene muy pocas calorías.
  4. Ayuda a mejorar la función eréctil. La sandía contiene citrulina, un aminoácido que aumenta el flujo de sangre y ejerce un efecto positivo en este sentido.

 

 

Evidencia científica

[1] American Society of Clinical Oncology (ASCO) La alimentación y el riesgo de cáncer. https://www.cancer.net/es/desplazarse-por-atenci%C3%B3n-del-c%C3%A1ncer/prevenci%C3%B3n-y-vida-saludable/la-alimentaci%C3%B3n-y-el-riesgo-de-c%C3%A1ncer

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