El yoga es una práctica recomendada para pacientes con cáncer como complemento a los tratamientos convencionales. Numerosos estudios han mostrado resultados positivos en lo que respecta a reducir y mejorar efectos secundarios producidos por la quimioterapia y la radioterapia, especialmente en mujeres con cáncer de mama.
Concretamente, según recoge la American Cancer Society, el yoga ha demostrado mejorar la condición física, reducir el estrés y la fatiga y mejorar la calidad de vida en general.
Yoga y cáncer de mama
La mayoría de investigaciones se han realizado en pacientes con cáncer de mama. Vamos a repasar algunos de los estudios más representativos y los más recientes.
Un metanálisis publicado este mismo año evidenció que el yoga parecía ser efectivo para mejorar la calidad de vida de las mujeres con cáncer de mama[1].
En un estudio de la Universidad de Texas MD Anderson Cancer Center se observaron los beneficios del yoga en pacientes con cáncer de mama que fueron sometidas a radioterapia. En comparación con otros grupos de control, las mujeres que practicaron yoga 3 veces por semana, mejoraron su salud en general, experimentaron menos fatiga y una mayor capacidad para participar en sus actividades diarias. También, redujeron sus niveles de cortisol (hormona que regula el estrés), lo cual es interesante, teniendo en cuenta que unos niveles de cortisol altos se relacionan en algunos estudios con una menor supervivencia en mujeres con cáncer de mama, tal como recoge la American Cancer Society.
El yoga también puede resultar útil para supervivientes de cáncer de mama. En un estudio de la Universidad de Ohio, las mujeres que practicaron yoga durante 12 semanas dos veces a la semana redujeron su fatiga un 57% en comparación con el grupo de control y también la inflamación del organismo en un 20%*. Asimismo, otro estudio también observó una mejora en la calidad del sueño[2]. Un ensayo piloto, por otro lado, también observó que el yoga y la meditación podrían mejorar la flexibilidad, el equilibrio y la movilidad de las sobrevivientes de cáncer con neuropatía periférica derivada del tratamiento con quimioterapia[3].
La mayoría de estudios llegan a conclusiones similares y mientras se siguen haciendo estudios clínicos, los autores recomiendan utilizar el yoga como complemento a los tratamientos convencionales de cáncer, ya que ha demostrado tener efectos positivos, especialmente en lo que respecta a la fatiga[4] en los pacientes y ningún efecto secundario[5][6].
La clave está en realizar el yoga con un profesor o instructor especializado en pacientes con cáncer, para que las posturas (asanas) y la respiración (pranayama) se adapten a cada momento de la enfermedad y no se produzcan lesiones.
Otras terapias similares al yoga
Existen otras terapias semejantes al yoga como el Tai Chi, la meditación o el Qi Gong, que también pueden ser útiles para pacientes con cáncer, concretamente, para gestionar mejor el estrés emocional y los efectos secundarios. Como recoge la American Cancer Society, el Tai Chi ha demostrado en estudios ayudar a los pacientes a reducir el estrés y el Qi Gong a gestionar mejor el dolor crónico*.
Además, recordemos que hacer ejercicio regularmente está recomendado para mejorar la calidad de vida durante el cáncer, reducir efectos secundarios, como han sugerido estudios en pacientes con cáncer de mama, de próstata y de colon, y ayudar a evitar las recidivas.
La Sociedad Americana del cáncer recomienda a los supervivientes de cáncer realizar al menos 150 minutos de ejercicio cada semana.
Si queréis más información, os dejamos este vídeo del MD Anderson Cancer Center en el que aparece el Dr. Lorenzo Cohen hablando de un nuevo estudio que demuestra que el yoga puede regular las hormonas del estrés y mejorar la calidad de vida de las mujeres con cáncer de mama que están siendo sometidas a radioterapia. Lamentamos que solo esté en inglés, pero al menos podéis activar los subtítulos.
Estudios científicos
[1] Daline El-Hashimi and Kevin M. Gorey, PhD. Yoga-Specific Enhancement of Quality of Life Among Women With Breast Cancer: Systematic Review and Exploratory Meta-Analysis of Randomized Controlled Trials. J Evid Based Integr Med. 2019; 24: 2515690X19828325.
Published online 2019 Feb 21 https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC6388460/
*American Cancer Society. For Breast Cancer Survivors, Life is Better With Yoga: https://www.cancer.org/latest-news/for-breast-cancer-survivors-life-is-better-with-yoga.html
[2] Lin PJ, Kleckner IR et al. Influence of Yoga on Cancer-Related Fatigue and on Mediational Relationships Between Changes in Sleep and Cancer-Related Fatigue: A Nationwide, Multicenter Randomized Controlled Trial of Yoga in Cancer Survivors. Integr Cancer Ther. 2019 Jan-Dec;18 https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/31165647
[3] Galantino ML Tiger R, Brooks J, Jang S, Wilson K. Impact of Somatic Yoga and Meditation on Fall Risk, Function, and Quality of Life for Chemotherapy-Induced Peripheral Neuropathy Syndrome in Cancer Survivors. Integr Cancer Ther. 2019 Jan-Dec;18:1534735419850627 https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/31131640
[4] Dong B,, Xie C, Jing X, Lin L, Tian L. Yoga has a solid effect on cancer-related fatigue in patients with breast cancer: a meta-analysis. Breast Cancer Res Treat. 2019 May 24. doi: 10.1007/s10549-019-05278-w. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/31127466
[5] Ram P Agarwal and Adi Maroko-Afek. Yoga into Cancer Care: A Review of the Evidence-based Research. Int J Yoga. 2018 Jan-Apr; 11(1): 3–29. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5769195/
[6] Neil K Agarwal, Hahnemann. The Role of Yoga in the Complementary Treatment of Cancer. https://pdfs.semanticscholar.org/cd8a/539ec6eb0cd2f51588f2e97454e12ad9095a.pdf
Advertencia:
El contenido del presente sitio web es de carácter general y tiene una finalidad meramente informativa, sin que se garantice plenamente el acceso a todos los contenidos, ni su exhaustividad, corrección, vigencia o actualidad, ni su idoneidad o utilidad para un objetivo específico.
Toda la información que se ofrece a través de esta página web no sustituye, en ningún caso, un asesoramiento sanitario cualificado.
Avívate, escuela de pacientes declina toda responsabilidad sobre las consecuencias que un mal uso de este contenido pueda tener en la salud de los pacientes. Así mismo se recomienda que los pacientes comuniquen a su oncólogo convencional qué terapias complementarias les acompañan durante los tratamientos convencionales.